Diálogos desde el silencio V

Tema: Soledad y silencio sinónimos de escucha para el encuentro y la acogida

Invitado: Jaume Aymar i Ragolta

Doctor en historia del arte

Orden de la sesión (Duración 1:19:37 min)

Introducción y presentación

4:01 min Exposición del tema 

32: 20 min Dialogo

Presentación y moderación: Mauricio Chinchilla Comunicador social y periodista (Colombia)

Esta sesión explica la vivencia desde los recintos dedicados a la soledad y el silencio, reconocidos como Murtras. 

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Resumen:

• Para que una palabra se oiga, para que se oiga una palabra en mayúscula, se debe hacer un gran silencio en mayúscula del que hablan los monjes en la cartuja.

• Aquel silencio que descubrirnos, cuando queremos hacer cartuja, retirarnos cotidianamente en soledad y en silencio para ser no solo cristianos contemplativos, sino contemplativos de realidades.

• La soledad y el silencio son la escuela de la cartuja, las personas que vienen a nuestras Murtras están aprendiendo a hacer cartuja, es decir, realizar horas de soledad y silencio cotidianas, personales.

• Javier Melloni, argumenta que si no cambiamos el estilo de vida, vendrá otro virus y después de esta guerra vendrá otra, lo fundamental es cambiar el estilo de vida, dejar la aceleración, aprender a estar solos, un retiro para encontrarme con los demás de otra manera.

• Jesús a pesar de todos los condicionantes vivía una gran libertad.

• La libertad de saberse hijo amado de Dios y con eso hacía frente a todo, y ¿dónde alimentaba libertad interior?, en la Soledad y  en el Silencio.  Nos consta por las jornadas de Cafarnaúm y otros pasajes que él oraba largas jornadas en S y S.

• Hoy vivimos muy condicionados, la pandemia, la corrupción, las hipotecas, la inseguridad, sinembargo, interiormente, libres, desde nuestro bautismo libres, la libertad de los hijos de Dios. ¿Dónde se alimenta esta libertad?. En la Soledad y Silencio. Alfredo Rubio decía que cuando entras en S y S entras a un recinto de libertad, dejas el mundo encerrado fuera.

• Cuando practicamos la S y S llegamos a una comprensión profunda de lo que estamos viviendo. Pero de todos modos no lo acabaremos de comprender todo hasta el día de nuestra muerte.

Así escribe Karl Rahner, uno de los mayores teólogos del siglo XX. “Entonces cuando todo calle en la muerte y yo lo haya aprendido y sufrido todo, entonces empezará el gran silencio, dentro del cual solo TÚ resuenas, palabra por los siglos de los siglos, entonces todas las palabras humanas se habrán embotado, el ser y la sabiduría, el conocimiento y la experiencia, serán una misma cosa, conoceré como soy conocido, entenderé lo que siempre me has dicho, Tú mismo, ninguna palabra humana, ninguna imagen, ningún concepto se volverán a interponer entre Tú y yo. Tú mismo serás la palabra de la alegría, del amor y de la vida que llenan todos los espacios de mi alma”. 

• Dicho esto, se establece una sintonía total entre las personas que practicamos el silencio, o que intentamos practicarlo con muchas deficiencias, se crea una sintonía especial, nos comunicamos de otra manera, nos hacemos amigos en el silencio.

• ¿Cuánto tiempo hemos de practicar en las murtras la soledad y el silencio?. Depende de la persona. En Sant Jeroni hemos estipulado un mínimo de tres días, prorrogables, debemos tener encuenta que vamos tan llenos de ruidos en nuestro interior, que hasta no apaciguar nuestra mente de tantas ideas que tenemos, de tantos compromisos escritos en un papel, que para algunas personas tres días no son suficiente tiempo para despojarse de todo y entrar en el silencio.

• Esta sintonía especial en la escucha y la acogida, nos va modificando interiormente y enriqueciendo misteriosamente, acoger al otro, nos transforma, como una madre cuando espera una criatura, todo su cuerpo se modifica. También nosotros nos modificamos cuando viene una persona nueva a estar con nosotros un tiempo.

• Soledad y silencio en las cartujas, esto nos ayuda a ayunar. Las horas que nos pasamos ante las pantallas, Josep Maria Esquirol habla de la pantallización de la cultura, este filósofo dice, por favor, “dejad las pantallas y salid de tanto en tanto al campo. Hace cuánto no vemos un firmamento estrellado”, a lo mejor hace mucho.

"Quiero compartir algo interesante, recuerdan aquel pasaje en que Abraham recibe un encargo de Dios, le dice, sal fuera, sal  de ti y contempla el cielo estrellado, mira si puedes contar las estrellas, mayor será tu descendencia. Pero Abraham sale, mira el cielo estrellado y no cree que tiene descendencia y le insiste Dios, lo pone a prueba porque él no se lo cree. Hay un equipo de biblistas que dicen, Abraham era astrólogo y entendió que las constelaciones le decían que no sería padre, y él se fiaba de las constelaciones. Y no se fiaba de la voz de Dios que le decía, Abraham no te fias, el firmamento te dice que no, pero yo que soy más alto que el firmamento, te digo que serás padre de una multitud de pueblos y como no se le cree, hay aquel pasaje de la visión de los animales partidos y la antorcha que pasa por enmedio y tiene una sacudida que al final hace un acto de fe, y  es el padre de los creyentes y esto me lleva a pensar que los signos son importantes, pero Dios está por encima de los signos. En oriente dicen que el insensato es aquel que cuando señalas la luna, se queda mirando el dedo, lo importante no es el dedo, es el lugar donde señala el dedo, es la luna, pero los signos, son signos de…, los signos remiten a…, apuntan a…. 

Qué nos está diciendo Dios con estos signos que estamos recibiendo. ¿Nos está diciendo que la covid es el final?, que la guerra de Rusia y Ucrania y tantas otras guerras que hay en el mundo en tantos países que tenemos confusas y olvidadas… ¿nos está diciendo que es el final?. Nos está diciendo que este es el fin del mundo?. O esto son aquellos dolores de parto de los cuales nos habla San Pablo que indican que está naciendo algo nuevo y pleno, un mundo nuevo. Es decir, cómo puedo interpretar estos dolores crueles y atroces del mundo con tantas víctimas, con tanto dolor absurdo. Sin una mirada de fe, profunda amasada en la soledad y el silencio, yo no puedo entender estos signos, a donde apuntan. Desde la S y S, si puedo entender qué son, como decía el cardenal Cristobal Lopez signos del Reino, apuntan a algo más profundo". 

• La S y S, son escuela óptima para leer en profundidad los signos de los tiempos, para educarnos en la escucha. Y la escucha nos permite el trabajo conjunto, el trabajo sinodal que llama el papa Francisco, es la reforma de la iglesia, es escucharnos, nos hacen personas acogedoras y receptivas del otro en su diferencia, nos hacen ver que no hay nada pequeño a los ojos de Dios. Cuánto aprendemos en las murtras y en la S y S personales. Cuántas cosas Dios nos dice.

  
  

• Existe un cambio de era, produce ese parto doloroso, un cambio del individualismo hacia lo comunitario y nos queda un tiempo por vivirlo, porque hay partos que son difíciles, angustiantes, dolorosos, quienes saben mas de esto son las mujeres quienes paren y traen a la vida.

• Las murtras son lugares para estar dentro del seno materno, es un lugar donde estamos calientes, nos sentimos acompañados, es un lugar donde fluimos porque que no nos hace daño, esto es la esencia de lo que puede ser, estar en soledad y silencio en una murtra.